Las generaciones, esas agrupaciones de personas, que durante toda su vida comparten la edad como característica común, son actores sociales. Los integrantes de una generación actúan a lo largo del ciclo de vida desde idénticas posiciones: ya sean niños, jóvenes, adultos o personas mayores, vivirán estas etapas al mismo tiempo. Comparten edad y, a través de ella, una posición específica en la estructura demográfica, un lugar entre los que nacieron antes y los que vinieron después. En la medida en que los ciclos de vida individuales sean paralelos, los miembros de una generación comparten intereses y enfrentan condiciones similares. La historia de una generación, y la de todas las que la integran, está determinada por el momento por el que atraviesa la sociedad a la que pertenece. No es lo mismo ser joven en la España en desarrollo de los años sesenta que en los ochenta durante una democracia recién formada; ni ser viejo en 1900 – y, por tanto, miembro de un grupo minoritario – o en 2008 en medio de una sociedad envejecida.
En la historia reciente de la España rural hay muchas generaciones que se han destacado en distintas épocas. El análisis que sigue se refiere a aquellos que nacieron alrededor de la década de 1960 en pueblos y ciudades pequeñas. Y también, con los de la misma generación, que vinieron a vivir al campo. Como veremos, esta generación es un grupo clave en el desarrollo rural y la vida actual de estos pueblos. Se trata de un grupo importante no solo por la edad madura en la que se encuentra actualmente, sino sobre todo, por la posición estratégica que ocupa como gran generación dentro de la irregular composición generacional que caracteriza al medio rural.
Génesis de la generación de apoyo
En España, una de las claves de la modernización de la economía, que dejó atrás la situación de posguerra, fue la intensa emigración de población del campo a la ciudad. La década entre 1955 y 1965 se caracterizó por el éxodo rural y la transformación urbana. En esos años, España dejó definitivamente atrás su pasado agrario y rural y se convirtió en una sociedad urbana económicamente orientada a los servicios.
Este éxodo fue muy selectivo y fueron principalmente los jóvenes de las zonas rurales los que alimentaron la emigración. Daría como resultado una rápida transformación de las estructuras demográficas rurales, que en poco tiempo perdería la mayor parte de una generación completa. Este proceso, cuando se analiza en detalle, revela las siguientes características:
• En algunos casos el traslado de población del campo a la ciudad no fue directo y el asentamiento definitivo en una ciudad española se produjo tras una etapa migratoria en ciudades europeas. Un camino típico de los protagonistas del éxodo rural fue abandonar sus pueblos o ciudades durante la década de 1950 y dirigirse a uno de los muchos centros europeos en rápido desarrollo industrial y, posteriormente, en la década de 1970, regresar a una de las zonas urbanas de España.
• Los jóvenes protagonistas de este éxodo rural formaron una generación de reducido tamaño, ya que una parte considerable de esta generación nació durante el período de la guerra civil. El descenso de la natalidad durante la guerra y la elevada tasa de mortalidad infantil dieron lugar a una generación más pequeña que, hacia 1960, alcanzó la edad adulta y protagonizó este éxodo. Los pocos nacidos entre 1936 y 1940 fueron, en 1960, los jóvenes de 20 a 24 años que emigraron a las ciudades.
• Estos jóvenes de las zonas rurales que emigraron a las ciudades contribuyeron a superar el descenso de la natalidad durante el período de la guerra civil. Esta generación joven y activa alimentó la expansión de la industria y los servicios que recién comenzaba en las áreas urbanas.
En definitiva, el campo perdió gran parte de una generación por la doble vía de la natalidad decreciente y el aumento de la emigración, y la ciudad se recuperó del declive demográfico derivado de la guerra a expensas de los jóvenes del campo. La ciudad mantuvo su equilibrio y encontró la vitalidad necesaria para su desarrollo a costa del campo.
La generación de apoyo en el medio rural en España
La representación hasta ahora de la generación de soporte es una imagen general. Sin embargo, las regiones rurales no son homogéneas. En la heterogeneidad de las zonas rurales intervienen muchos factores que reflejan las diferencias socioeconómicas existentes en España. Además, intervienen otros factores que tienen que ver con el propio tamaño y estructura del medio rural. En áreas pequeñas, el tamaño es importante. Es evidente que los lugares muy pequeños no tienen las mismas condiciones de desarrollo que los lugares con mayor población, ni los pueblos remotos tienen las mismas oportunidades que los lugares que ofrecen mejores condiciones de comunicación.
Fuente: The rural population in Spain. From disequilibrium to social sustainability
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